miércoles, 2 de mayo de 2018

¡Amor de LIEBRE!

Hola amigos,
las salidas por el campo suelen traer agradables sorpresas, como muestra esta pareja de Liebres ibéricas que sorprendí hace unos días en el entorno de la gravera de Santas Martas. Estaba anocheciendo, y pude comprobar que se encontraban en celo.

Pareja de Liebres ibéricas (Lepus granatensis)

Tuve mucha suerte, por que como muchos de vosotros sabéis, la Liebre ibérica es una especie de hábitos nocturnos. Es durante la noche cuando se alimenta y también se aparea. Por el día está "encamada", buscando el mayor mimetismo posible con el entorno. 

Liebre ibérica (Lepus granatensis)

En época de celo se pueden producir luchas entre machos por conseguir aparearse con una hembra, sin embargo en este caso, y seguramente por la escasez de individuos, sólo observé 2 ejemplares. Es una especie muy perseguida y muy diezmada por la caza.

Pareja de Liebres ibéricas (Lepus granatensis)

El periodo de celo es muy variable, y depende fundamentalmente de las condiciones meteorológicas y de la dureza del invierno. Puede comenzar a finales de enero, incluso se puede dar el caso de Liebres que quedan preñadas ya a finales de diciembre. La actividad sexual de la hembra alcanza su punto máximo en el mes de abril, pero siempre dependiendo de la climatología que hayan soportado previamente. Recordemos que este año ha sido un invierno largo y duro.

Liebre ibérica (Lepus granatensis)

Desde mi vehículo pude observar muy bien las persecuciones y carreras que el macho realiza alrededor de la hembra antes del acoplamiento.

VIDEO:



La gestación de la Liebre ibérica dura 41-42 días, al final de la cual pare generalmente 3-4 lebratos, aunque se han visto partos de hasta 7 y 8. El primer parto es el menos prolífico y el segundo, que se suele producir entre abril y mayo, es el más importante desde el punto de vista del crecimiento de la población (se estima que de cada hembra quedan cada año entre 7 y 8 descendientes).

Liebre ibérica (Lepus granatensis)

Liebre ibérica (Lepus granatensis)

Cuando llega el momento del parto, la hembra prepara una cama similar a la que utiliza para descansar durante el día, pero más resguardada y protegida con pelo que ella misma se arranca. Los lebratos nacen, al contrario que los gazapos de las conejas, cubiertos de pelo y con los ojos abiertos, por lo que se incluyen dentro de la categoría de animales cuyas crías pueden moverse y alimentarse poco después de su nacimiento por su avanzado estado de desarrollo.
La madre permanece con los lebratos aproximadamente una semana y en los últimos días procede a separarlos evitando que puedan ser localizados por los depredadores. Seguirá acudiendo a amamantarlos hasta que llega el momento del destete en que los abandona. Esto tiene lugar después de 4 semanas, aunque se han visto periodos de lactancia más prolongados, sobre todo al final de la estación de cría. Los primeros días tras la dispersión de los lebratos se ha comprobado que éstos, al llegar la tarde, se reúnen cerca de su lugar de nacimiento esperando a que acuda la madre a amamantarlos. La Liebre llega una hora después del anochecer y pasados unos minutos que dura el amamantamiento se va y los lebratos se dispersan de nuevo.
Una Liebre adulta tiene de 3 a 4 partos al año, aunque algunas hembras sanas y jóvenes pueden tener hasta 5. En el segundo año de vida suelen tener dos camadas y sólo en casos excepcionales tres. El mayor porcentaje de hembras preñadas se da a principios de primavera y de verano. La temporada de cría suele finalizar con los últimos partos a finales de septiembre.

Liebre ibérica (Lepus granatensis)


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¡Seguimos pajareando y mucho más!

2 comentarios:

  1. Las liebres preñadas pueden quedar al mismo embarazadas. Dejan óvulos fecundado en "stand bye" para después de terminar la gestación que ya tienen en marcha

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