BIRDINGLEON: Nuestro pequeño cérvido: el CORZO

domingo, 18 de febrero de 2018

Nuestro pequeño cérvido: el CORZO

Hola amigos,

recientemente he tenido varias oportunidades de observar a un grupo de Corzos en la comarca leonesa de Tierra de Campos.

Corzos (Capreolus capreolus)

VIDEO:

De todos es sabido que cada vez es más habitual encontrarlos en zonas alejadas de los bosques de montaña; en la meseta ocupan fundamentalmente las grandes extensiones de cultivos y los bosques de ribera.

Dentro de la familia de los “Cérvidos”, es la especie de menor tamaño de las que habitan en nuestro país. Su hocico es negro, lo que le hace destacar enormemente sobre sus labios y babero blancos.

Corzos (Capreolus capreolus)

La principal diferencia entre un Corzo macho y una hembra, es que los machos cuentan con una cuerna pequeña, que renuevan cada año. La cuerna se les cae durante el mes de octubre, para volver a salir (envuelto en una especie de terciopelo denominado correal), durante los meses de enero y febrero. A los cinco años de vida puede haber tres o incluso cuatro puntas o candiles en cada cuerno y es entonces cuando puede decirse que el ejemplar es verdaderamente adulto.

En cuanto a la época de celo, se desarrolla en los meses de julio y agosto y las crías (de 1 a 3), nacerán en mayo o junio, permaneciendo junto a la madre hasta el nacimiento de las siguientes.

Corzos (Capreolus capreolus)

En principio, un entorno con Corzos, es un paisaje más natural y más diverso. El Corzo constituye un pilar fundamental de grandes carnívoros, como el Lobo ibérico, y también es presa ocasional de otros, como el escaso Lince ibérico. Un amigo me comentaba que Kentaro, el "Lince viajero", en su periplo por la península, y ante la escasez de Conejos, su dieta fundamental, dio caza a varios Corzos para poder alimentarse.

Corzo (Capreolus capreolus)

Corzos (Capreolus capreolus)

También es cierto, que en muchas ocasiones se producen sueltas y se incentiva su presencia en cotos y fincas de caza. En este caso, la mejora del medio es sustituida por el sinsentido de la Caza, actividad que hoy en día resulta del todo anacrónica y que está poniendo en jaque a la fauna de este país.

Corzos (Capreolus capreolus)

Ajenos al acecho de los cazadores, los Corzos se suelen observar a primeras y últimas horas del día, que es cuando se muestran más activos.

Corzos (Capreolus capreolus)

El gran problema de los Corzos: "la mosca de las Narices"(Cephenemyia stimulator) cuando apareció de manera continuada en España el gusano o larva de esta mosca que parasita en el Corzo, se produjo bastante alarma porque la larva, de hasta 3 cm de largo, que aparece en garganta, ollares y boca, era desconocida y se temía lo peor. Años más tarde, algunos expertos consideran que la larva no mata al hospedador en el que parasita (desaparecería ella también y eso va contra natura), pero todos aceptan que debilita mucho al corzo, pues le impide respirar y comer correctamente, lo que le hace más vulnerable a los predadores y a la caza. Y esto fuera poco, ha aparecido otra mosca "la mosca de los Barros" (Hypoderma actaeon), sus larvas recién nacidas penetran a través de la piel y, tras una primera muda, realizan un orificio cutáneo por el cual respiran. El mayor grado de infestación corresponde al período otoño-invernal, momento más adecuado para detectar los gusanos bajo la piel de los animales infectados. Hoy por hoy, la miasis, que es como se conoce a las infestaciones por larvas de las moscas en mamíferos, no se considera un factor determinante de la merma de las poblaciones de Corzo. Las razones de la disminución de esta especie obedece a otros factores como los cambios en el hábitat, o una gestión inadecuada de los espacios cinegéticos.