Hola amigos,
a lo largo de la segunda mitad del pasado siglo, unas aves exóticas de color verde intenso han ido colonizando los parques de numerosas ciudades europeas. Se trata de las
Cotorras de Kramer, una especie originaria de África y Asia que ha sido tradicionalmente comercializada como ave de compañía.
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| Cotorra de Kramer (Psittacula krameri) |
Los ejemplares escapados de la cautividad se han adaptado perfectamente al nuevo medio y en la actualidad se encuentran en clara expansión.
Esto nos tiene que hacer reflexionar sobre la extendida costumbre de mantener animales en cautividad. Esto genera una larga cadena de daños: en primer lugar en los países de origen, donde son capturados, en muchos casos con numerosas bajas y situando a muchas especies al borde de la extinción; y en segundo lugar, en los países donde acaban estos animales que se escapan y en los que a veces consiguen sobrevivir y establecerse. La irrupción de una especie invasora suele traer consigo que algunas especies autóctonas vean peligrar su futuro o desaparecer porque su nicho ecológico es ocupado por otra especie.
La primera cita de Cotorra de Kramer en España data de 1971; posteriormente, se localizaron individuos reproductores en Barcelona y Valencia y, desde entonces, las localidades donde cría han ido en aumento. En la actualidad, los principales enclaves se sitúan por buena parte del litoral mediterráneo, especialmente en las provincias de Barcelona, Valencia y Málaga. Se tienen referencias de cría en Castellón, Alicante, Murcia, Almería y Granada, así como en provincias del interior como Albacete, Ciudad Real, Toledo, Madrid, La Rioja y Sevilla. También está presente en Baleares (Mallorca, Ibiza) y en varias islas del archipiélago canario. No se sabe con exactitud qué subespecies se encuentran en nuestro país, aunque se cree que se trata en su mayor parte de manillensis y boralis, procedentes de Asia.
Desde 2011 está incluida en el Catálogo Español de Especies Invasoras.
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