durante un fin de semana del mes de mayo dirigimos
nuestros esfuerzos a la observación de dos especies muy interesantes y nuevas
para nosotros en el Pirineo oscense: el Mochuelo boreal y el recién descubierto
Mochuelo chico.
Mochuelo boreal (Aegolius funereus)
Nuestro primer objetivo, el Mochuelo boreal, antes denominada Lechuza de Tengmalm, la disfrutamos a placer en uno de esos escasos huecos en los árboles que
permiten cobijarla. Es un especie emblemática de estos parajes compuestos por
bosques de coníferas de alta montaña. Su distribución en nuestro país se
restringe a la Cordillera pirenaica.
Para cualquier observador de aves es siempre un ave soñada desde que empieza a
leer sus primeras guías ornitológicas. Después de varios años pajareando,
nosotros por fin lo conseguimos.
He de confesar que tanto a mi hijo como a mí, esta especie nos enamoró. Es un
pájaro fascinante.
Mochuelo boreal (Aegolius funereus)
Mochuelo boreal (Aegolius funereus)
De plumaje marrón moteado y ojos amarillos, es un ave discreta y difícil de observar debido a su comportamiento nocturno y su excelente camuflaje. En los Pirineos, se encuentra principalmente en altitudes entre 1.000 y 2.000 metros, en áreas boscosas con abundancia de abetos y hayas. Su dieta consiste en pequeños roedores e insectos, cazados al anochecer. Aunque no es un ave muy común, su presencia en los Pirineos es un indicador del buen estado de los ecosistemas forestales de alta montaña.
El Mochuelo chico, de reciente inclusión en la lista de aves de España,
se hizo de rogar un poco más, tuvimos que esperar a ver caer la tarde para
detectar su característico canto. Fue un ave fácil de detectar, pero
complicada de observar. Nosotros confirmamos la presencia de dos machos
cantando al mismo tiempo.
Mochuelo chico (Glaucidium passerinum)
Mochuelo chico (Glaucidium passerinum)
Mochuelo chico (Glaucidium passerinum)
Mochuelo chico (Glaucidium passerinum)
VIDEO:
La primera observación homologada de esta especie en España fue en mayo de
2021, durante unos trabajos de campo sobre otras especies, en el Pirineo de
Huesca. Inicialmente se detectaron dos machos, y en una posterior prospección
tres machos seguros y quizás un cuarto.
Dado que la especie parece estar en expansión hacia occidente, se cree que
podrían ser ejemplares procedentes de Los Alpes, su núcleo tradicional más
próximo, como ya sucedió con las primeras observaciones del Macizo Central
francés y posteriormente con otros ejemplares avistados en el área oriental de
los Pirineos, también en Francia.
En los siguientes años se han vuelto a confirmar entre tres y cuatro machos
sin que hasta el momento se haya podido confirmar la reproducción. No
obstante, la presencia continua durante tres temporadas en el mismo territorio
de machos con comportamiento reproductor, y sin que se pueda descartar la
presencia de hembras, podría indicar que se trata de una población próxima a
establecerse.
Dos objetivos, y los dos cumplidos.
Sin embargo, un viaje a los Pirineos, es mucho más que que un visita ornitológica, es
un placer para todos los sentidos, y mucho más cuando lo compartes con
buenos amigos y excelentes aficionados. A todos ellos queremos dedicar esta
entrada.