miércoles, 16 de septiembre de 2020

¡El CORRELIMOS DE BAIRD que no pudo ser!

Hola amigos, 
el fiasco forma parte de nuestra afición pajarera, y más cuando disfrutas con la observación de rarezas, el volverte sin el objetivo deseado está siempre en el orden del día. Aunque quizás por ello, también resulta esta una actividad más excitante y atractiva.

El día 5 de septiembre Pablo Miki García localizaba un ejemplar juvenil de Correlimos de Baird en la Punta de Salías en Castropol (Asturias).

Correlimos de Baird (Calidris bairdii) - Foto: Pablo Miki García

La noticia nos llegó al día siguiente al mediodía, cuando nos encontrábamos en El Puerto de Somiedo recién finalizada la ruta del Pico Cornón. Ni cortos ni perezosos, nos fuimos en su busca, era una especie que todavía no habíamos observado en España.

Lamentablemente, resultó un fracaso y no pudimos regresar a León con la imagen de esta pequeña limícola en nuestras retinas. Desde esa mañana ya no se volvería a localizar. De todas formas, queremos agradecer a su descubridor el interés que mostró en todo momento para tratar de que lo viéramos. Ejerció de excelente anfitrión y además ha tenido la amabilidad de prestarnos alguna de sus fotos para ilustrar esta entrada.

Amanecer en la ensenada

Castropol

Observatorio ornitológico

Queremos aprovechar esta ocasión para denunciar la escena lamentable que tuvieron que presenciar varios aficionados, cuando al parecer un par de fotógrafos acosaron y persiguieron a este ejemplar esa misma mañana, y que pudo ser uno de los motivos por el que ya no se volviera a ver. Aunque para ser justos, tampoco podemos descartar que este joven correlimos prosiguiera su viaje migratorio hacia el sur, pues en esos días el viento era del todo favorable.

El área de reproducción del Correlimos de Baird se extiende entre el noreste de Siberia y el noroeste de Groenlandia, por toda la franja septentrional de Alaska y Canadá. Migra especialmente por el interior, e inverna en Sudamérica, desde Perú y Uruguay hasta el extremo sur de Chile y Argentina. Es algo más pequeño que el Correlimos común. De proporciones alargadas, tiene pico relativamente corto, patas cortas y alas largas, que sobrepasan mucho la punta de la cola; además, las primarias asoman mucho bajo las terciarias. Resulta similar al Correlimos culiblanco, del que se diferencia por carecer de obispillo blanco, lista superciliar y, en los jóvenes, uves en el dorso.

Correlimos de Baird (Calidris bairdii) - Foto: Pablo Miki García

Es un divagante relativamente frecuente en Europa, sobre todo en las islas Británicas, con registros que en general corresponden a aves del año observadas durante el paso otoñal, principalmente en septiembre.

Correlimos de Baird (Calidris bairdii) - Foto: Pablo Miki García

Pese a todo, no podemos negar que este viaje nos permitió, una vez más, disfrutar de uno de los rincones más bonitos de la geografía española: la ría del Eo, un lugar magnífico para la observación de aves. Vimos varias especies de Gaviotas, Ardeidas y de aves limícolas

Gavión atlántico (Larus marinus)

Zarapito trinador (Numenius phaeopus)

Garceta común (Egretta garzetta)

Correlimos común (Calidris alpina)

Correlimos común y Chorlitejo grande

Agachadiza común y Chorlitejo rande

Correlimos zarapitín (Calidris ferruginea)

Afortunadamente os volvimos con la imagen en acción de dos de los tres ejemplares de Águila pescadora que habitan en la ría, es una gozada verlas pescar

Águila pescadora (Pandion haliaetus)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)


La observación del Correlimos de Baird tendrá que esperar, pero nosotros como siempre estaremos preparados esperando la ocasión. ¡Quién sabe si nosotros seremos los descubridores del próximo ejemplar!


Saludos y gracias por visitar nuestro blog.

¡Seguimos pajareando!

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